Durante las dos últimas décadas en España, y concretamente en Castilla-La Mancha, la sociedad ha avanzado de forma positiva en materia de igualdad de género, reflejándose en las altas tasas de participación de la mujer tanto en la formación como en el empleo. Aunque, al igual que en el resto de países europeos, aún queda trabajo por hacer para fomentar la igualdad real entre ambos colectivos, puesto que persisten diferencias entre mujeres y hombres en la elección de itinerarios formativos y/o actividades laborales que se trasladan al mercado laboral, teniendo como consecuencia cierta masculinización o feminización de determinados sectores.
Ante esta realidad, se presenta como indispensable el impulso de la igualdad de oportunidades entre mujeres y hombres, y el aprovechamiento del talento femenino, promoviendo una formación igualitaria que tenga como fin la empleabilidad y la mejora de la cualificación de las personas trabajadoras sin distinción de género.
ÁNGEL NICOLÁS
Desde la Confederación Regional de Empresarios de Castilla-La Mancha (CECAM CEOE-CEPYME C-LM), en nuestro compromiso con la igualdad de oportunidades entre mujeres y hombres de la región, y en colaboración con la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha y el Ministerio de Trabajo y Economía Social, hemos elaborado un diagnóstico de la participación de la mujer en la formación y el mercado laboral, así como presentamos diferentes experiencias de mujeres que ejercen su profesión en actividades consideradas tradicionalmente de hombres. Estas experiencias se comparten, a fin de motivar a otras mujeres y niñas en sus elecciones y trayectorias laborales y/o formativas futuras, fomentando así el talento femenino y la eliminación de barreras de estereotipos de género que limitan posibles oportunidades laborales.
Este Gobierno ha incorporado el principio de igualdad de género en sus políticas porque se trata de una cuestión de justicia y porque no nos podemos permitir prescindir de la mitad del talento.
BLANCA FERNÁNDEZ
El aumento progresivo de la presencia de las mujeres en la formación, es un hecho derivado de las transformaciones sociales que se han experimentado y los avances hacia la igualdad de oportunidades entre mujeres y hombres.
Así se demuestra en los datos, ya que actualmente las mujeres tienen un mayor nivel de formación, así como un mejor comportamiento femenino en los resultados del sistema educativo, tal y como se desprende en las bajas tasas de abandono, concretamente en el 2020, el porcentaje de mujeres castellano manchegas (14%) que abandonaron prematuramente la educación-formación fue casi 10 puntos inferior al de los hombres (23%).
En Castilla-La Mancha, el bajo nivel formativo de la población es superior a la media nacional, siendo más frecuente entre los hombres (51%) que entre las mujeres (45%). En lo que respecta a la población titulada en FP, los dos sexos están más igualados, las mujeres con FP Grado de Medio (10%) superan a los hombres (8%), aunque en la FP de Grado Superior, los hombres (11%) superan a las mujeres (9%).
Entre la población castellano manchega, el 23% de las mujeres cuentan con Educación Universitaria frente al 16% de los hombres.
Fuente: Elaboración Propia. Fundación Bankia por la Formación Dual. Observatorio de la Formación Profesional. Año 2020.
Desde hace años, son cada vez más las mujeres que se decantan por la Formación Profesional como modalidad formativa para ampliar sus estudios. En el curso 2018-2019, las mujeres representaban el 45% del alumnado de FP en la región de Castilla-La Mancha, un punto por encima de la media nacional.
No obstante, se siguen presentando diferencias entre mujeres y hombres en la elección de las familias profesionales de Formación Profesional (FP Básica, FP Grado Medio y FP Superior).
Fuente: Elaboración Propia. Fundación Bankia por la Formación Dual. Observatorio de la Formación Profesional. Matriculados FP a nivel global (FP Básica, FP Grado Medio y FP Superior) por familia profesional C-LM. Curso 2018 – 2019.
Fuente: Elaboración Propia. Ministerio de Educación y Formación Profesional. Estadísticas. Inserción laboral de graduados en FP España. Cohorte 2014–2015.
Ante una sociedad en constante evolución, la formación a largo de la vida es de vital importancia, ya que favorece el desarrollo y capacitación de las habilidades que las personas pueden necesitar en su trayectoria profesional y personal, como parte de una ciudadanía activa, motivada e integrada.
En este sentido, la Formación Profesional para el Empleo se presenta como una herramienta indispensable, puesto que tiene la misión de formar y capacitar a las personas para el trabajo, así como actualizar sus competencias y conocimientos a lo largo de la vida profesional, favoreciendo así las oportunidades de inserción laboral o la mejora en el empleo.
AUDREY AZOULAY
PHUMZILE MLAMBO-NGCUKA
Así pues, es necesario promover el acceso a la formación de las personas trabajadoras, y concretamente de aquellas personas que se encuentran en búsqueda de empleo, a fin de mejorar su inserción en el mercado laboral. Según datos de la EPA en el 4ºTrimestre de 2020 en Castilla-La Mancha, la tasa de paro entre las mujeres es del 24% y del 12% entre los hombres, por lo que es prioritario potenciar su recualificación para favorecer su adaptación a los requerimientos del mercado laboral.
La finalidad de la Formación para el Empleo es recualificar y potenciar el capital humano, así como su empleabilidad mediante la mejora de las capacidades, cualificaciones y competencias profesionales, por ello la FPE puede desempeñar un papel esencial como garante de la igualdad entre mujeres y hombres al incentivar una formación libre de sesgo de género.
En un entorno cada vez más competitivo, la formación en las empresas es esencial para la actualización permanente de las competencias de sus profesionales y así mejorar la adaptación de las mismas a las tendencias del mercado laboral. En este sentido, la Formación Programada por las Empresas cobra especial importancia al impulsar la formación del personal.
Según datos del 2019, en Castilla-La Mancha había 81.972 empresas con 523.947 asalariados/as considerados beneficiarios potenciales de la formación, de los que el 42% eran mujeres y el 58% hombres. Concretamente, del conjunto de las empresas, 13.695 realizaron Formación Programada por las Empresas para sus 139.297 profesionales, de los cuales 37% eran mujeres.
Fuente: Elaboración Propia. FUNDAE. Series estadísticas. Año 2019.
De16 a 25 años
6%
De 26 a 35 años
26%
De 36 a 45 años
35%
De 46 a 55 años
26%
Más de 55 años
7%
Ingenieras y Licenciadas
8%
Ingenieras técnicas, Peritas y Ayudantes tituladas
10%
Jefas administrativas y de taller
6%
Ayudantes no tituladas
4%
Oficiales administrativas
22%
Subalternas
5%
Auxiliares administrativas
16%
Oficiales de primera y segunda
9%
Oficiales de tercera y especialistas
9%
Trabajadoras mayores de 18 años no cualificadas
11%
Estudios primarios
29%
Estudios secundarios
32%
Estudios terciarios
37%
Otras titulaciones
2%
De 1 a 5 empleados/as
6%
De 6 a 9 empleados/as
2%
De 10 a 49 empleados/as
16%
De 50 a 99 empleados/as
9%
De 100 a 249 empleados/as
9%
De 250 a 499 empleados/as
6%
De 500 a 999 empleados/as
8%
De 1.000 a 4.999 empleados/as
16%
De más de 4.999 empleados/as
28%
Agricultura
1%
Construcción
1%
Industria
15%
Hostelería
7%
Comercio
13%
Otros Servicios
63%
Fuente: Elaboración Propia. FUNDAE. Series estadísticas C-LM. Año 2019.
Los dos principales contenidos formativos con mayor número de participantes, según datos del 2019, fueron: Administración y Auditoría y Seguridad y Prevención, aunque en orden inverso según género.
Entre los diez primeros contenidos realizados por las mujeres aparecen las áreas profesionales de Atención Sanitaria, Formación y Educación y Competencias Clave, mientras que entre los diez primeros contenidos realizados por los hombres aparecen las áreas de Logística Comercial y Gestión del Transporte, Conducción de Vehículos por Carretera y Gestión de la Información y Comunicación.
Fuente: Elaboración Propia. FUNDAE. Series estadísticas C-LM. Año 2019.
Asimismo, las diferencias en la orientación de la formación de las mujeres se hacen más evidentes si se analiza el peso relativo de mujeres y hombres en cada una de las áreas profesionales en que se agrupan los contenidos formativos impartidos en 2019.
Fuente: Elaboración Propia. FUNDAE. Series estadísticas C-LM. Año 2019.
La formación de oferta se concreta en planes de formación dirigidos a personas trabajadoras con y sin empleo financiados a través de subvenciones. Concretamente, en la región de Castilla-La Mancha, se realizan desde la Consejería de Economía, Empresas y Empleo en colaboración con los Agentes Sociales y los centros de formación; contribuyendo así a la promoción profesional y desarrollo personal de los trabajadores y las trabajadoras, así como a la mejora de sus competencias y habilidades para el desempeño de su ocupación o para su paso a otros sectores emergentes en los que se crea empleo.
En el año 2019, las mujeres de la región de Castilla-La Mancha superaron en participación a los hombres en la oferta formativa destinada a personas trabajadoras ocupadas y/o desempleadas, representando el 52% de los y las participantes en la formación destinada a las personas trabajadoras ocupadas y el 57% en la formación destinada a las personas trabajadoras desempleadas.
Fuente: Elaboración Propia. Consejería de Economía, Empresas y Empleo JCCM. Convocatoria 2019.
Fuente: Elaboración Propia. Consejería de Economía, Empresas y Empleo JCCM. Convocatoria 2019.
Fuente: Elaboración Propia. Consejería de Economía, Empresas y Empleo JCCM. Convocatoria 2019.
Fuente: Elaboración Propia. Consejería de Economía, Empresas y Empleo JCCM. Convocatoria 2018.
En el año 2020 en la región de C-LM hubo un total de 1.042 contratos para la formación y aprendizaje de mujeres frente a 841 de hombres. Por el contrario, las mujeres representaron menos contratos en prácticas que los hombres, siendo 749 mujeres frente a 942 hombres.
En ambos casos, las mujeres fueron contratadas mayoritariamente en el sector servicios.
Fuente: Ministerio de Trabajo y Economía Social. Tipo de contratos de trabajo C-LM. Año 2020.
En el último tercio del siglo XX se produjo la incorporación masiva de las mujeres al mercado laboral español, siendo uno de los acontecimientos más importantes de la historia reciente. Así pues, en los últimos años las mujeres han sido protagonistas de grandes avances en la conquista de la igualdad entre mujeres y hombres, implantándose políticas para la conciliación de la vida laboral y familiar que han facilitado la intensificación de la inserción laboral de las mujeres y su participación en la economía.
En este sentido la igualdad de oportunidades es un objetivo transversal a implementar en todos los ámbitos de la sociedad y, concretamente es un factor clave para el incremento de la competitividad de las empresas. La competitividad de una empresa depende de numerosos factores organizativos y estructurales, así como el elemento clave y diferenciador es el talento y la capacidad de sus recursos humanos; teniendo en cuenta que la mitad, o más, de ese valioso potencial es precisamente femenino.
Así pues, han sido grandes los avances culturales y sociales hacia la igualdad que se han experimentado en los últimos años, no obstante, perduran desigualdades entre mujeres y hombres teniendo en cuenta que parte de esta situación es un reflejo todavía de nuestra historia como país y en concreto, de la tardía y desigual incorporación de la mujer al mercado laboral, así como de la evolución cultural y social.
En el mercado laboral de Castilla-La Mancha, el 41% de las personas trabajadoras son mujeres, frente al 59% que son hombres. Éstas concentran su actividad profesional en el sector servicios, donde el 50% son mujeres; respecto al resto de sectores, en industria representan el 23%, en agricultura el 19% y en construcción el 7%.
Estos datos desprenden que hay cierta diferenciación en la participación de mujeres y hombres en el mercado laboral, como se refleja en las actividades profesionales donde más representadas se encuentran las mujeres, siendo actividades administrativas y servicios auxiliares, comercio, sanidad, hostelería, educación y los servicios domésticos y personales.
Fuente: INE. EPA. 4ºTrimestre Año 2020 y Observatorio Regional de Empleo C-LM. Informe Mercado de Trabajo. Año 2020.
Tras el análisis realizado centrado en la Comunidad que nos ocupa, Castilla-La Mancha, se ha dado a conocer la participación de las mujeres tanto en la formación obligatoria y postobligatoria como en Formación Profesional y la Formación Profesional para el Empleo, pudiendo advertirse características y comportamientos diferenciadores entre mujeres y hombres.
El bajo nivel formativo de la población, el fracaso escolar de los chicos, la feminización del éxito académico o las diferencias en la elección de mujeres y hombres en sus itinerarios formativos y salidas profesionales, son realidades que se comprenden, en buena parte, por el funcionamiento y perpetuación de las desigualdades de género, que se reflejan en el sistema educativo y, por tanto, en su posterior incidencia en el acceso al empleo.
La persistencia de estas diferencias y desequilibrios formativos conducen a pensar que las mujeres continúan representadas en actividades feminizadas, como la enseñanza y la enfermería, mientras que los hombres son mayoría en los ámbitos productivos más relevantes como las ciencias o la tecnología.
La participación de la mujer en la empresa es un factor de competitividad fundamental: 50 más 50 dan 100. Si no se suma en igualdad, solo se llega a 70 u 80. Además, los clientes no entenderían que fuera de otra manera. Quizá todavía falta un pequeño empujón para que la diversidad se imponga en todos los equipos directivos, solo es cuestión de tiempo.
ANTONIO GARAMENDI
En este sentido, la capacidad de transformación de la sociedad que tienen las empresas, motor económico y social, requiere de la participación activa de las mujeres para trabajar por un futuro mejor y más competitivo. La constitución de equipos profesionales basados en el mérito y la capacidad debe estimularse, potenciando así el talento de las mujeres y su desarrollo profesional en la empresa.
Concluyendo que es de vital importancia promover la igualdad de oportunidades entre mujeres y hombres en todos los ámbitos de la sociedad, pero sobre todo desde el sistema educativo, con la intención de favorecer la mejora de la conciencia, autoestima y expectativas de niñas y jóvenes, y así generar talento femenino.
La igualdad de género es un principio fundamental de la Unión Europea, pero todavía no es una realidad. En los negocios, la política y la sociedad en su conjunto, solo podremos aprovechar todo nuestro potencial si utilizamos todos nuestros talentos y nuestra diversidad. Utilizar solo la mitad de la población, la mitad de las ideas o la mitad de la energía no es suficiente.
ÚRSULA VON DER LEYEN
Aunque los datos reflejan que hay actividades económicas donde la presencia masculina es mayoría, hay mujeres que optan por formarse y/o trabajar en ocupaciones consideradas tradicionalmente de hombres, rompiendo con las diferencias que persisten aún en la elección de las carreras profesionales y que, por tanto, limitan posibles oportunidades laborales de mujeres y hombres.
Por ello, es necesario reconocer y promover el talento femenino en las empresas y pymes castellano manchegas, como una de las medidas que favorezca la igualdad de oportunidades entre mujeres y hombres en la región.
Agradeciendo de manera especial la colaboración de estas mujeres, que han compartido sus experiencias y trayectorias profesionales y personales.
La tasa de actividad femenina es un indicador clave para analizar la situación de la mujer en el mercado laboral, ya que informa del porcentaje de población que trabaja o se encuentra en búsqueda de empleo. Desde el inicio de la década de los 2000, la tasa de actividad de las mujeres de la región de Castilla-La Mancha ha aumentado más de un 17%, lo que refleja la tendencia positiva en la incorporación de la mujer al mercado laboral.
No obstante, los datos reflejan que aún es necesario eliminar diferentes barreras sociales que limitan la incorporación plena de las mujeres a la vida activa, ya que su tasa de actividad es del 52% frente al 65% de los hombres en la región de Castilla-La Mancha.
Es significativo señalar que las mujeres con estudios de Educación Superior muestran las tasas de actividad más altas.
Esto demuestra que el acceso a la formación de manera igualitaria es uno de los precursores para la incorporación de las mujeres al mercado de trabajo, aumentando año tras año la proporción de mujeres activas con Educación Superior. Así, en 2014, éstas representaban el 36%, mientras que en 2020 ya eran el 41%.
La tasa de empleo proporciona información sobre el porcentaje de trabajadores/as que tienen empleo en relación a la población en edad de trabajar, por lo que constituye un indicador social básico que permite conocer las dimensiones socioeconómicas de la población trabajadora.
Las mujeres castellano manchegas tienen una tasa de empleo del 40% frente al 44% a nivel nacional, datos que son ligeramente inferiores a la tasa de empleo de los hombres. Éstos tienen una tasa de empleo mayor a nivel regional que nacional.
Es significativo señalar que, dado el alto nivel formativo de las mujeres, ya son mayoría en ocupaciones de técnicos/as profesionales científicos/as e intelectuales, suponiendo el 57% de estos puestos en las empresas de la región en el año 2020. No obstante, el porcentaje de mujeres en cargos directivos es del 31% frente al 69% de los hombres; poniendo de manifiesto la necesidad de facilitar la integración efectiva de las mujeres en el mercado laboral, pero también la mayor implicación profesional y la corresponsabilidad de éstas en su desarrollo profesional y en su integración efectiva en la empresa.
Las mujeres sufren en mayor medida el desempleo, algo que se agudiza a nivel regional. El 24% de las mujeres activas castellano manchegas se encuentran en búsqueda de empleo.
Entre las mujeres que se encuentran desempleadas, el 35% tiene estudios que se corresponden con la primera etapa de Educación Secundaria y similar, seguidas del 27% que tiene estudios de Educación Superior y del 25% que ha cursado la segunda etapa de Educación Secundaria.