La medida de cierre inmediato de actividades y permiso retribuible supondrá la ruina para miles de pymes y autónomos de la región

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El anuncio ayer sábado por la noche por el Presidente del Gobierno del cierre total de actividades empresariales no esenciales acompañada de un permiso retribuible recuperable, puede suponer la ruina de miles de empresarios de Castilla-La Mancha. Sin ninguna fuente de ingresos, manteniendo todos y cada uno de los gastos fijos que tienen las empresas, incluidos el pago de impuestos, las empresas y autónomos tienen que mantener por orden de la autoridad el pago de salarios y seguros sociales como si no pasara nada. Muchas empresas no podrán mantener esta situación mucho tiempo y se verán abocadas al cierre.

Al profundo malestar y desamparo que los empresarios vienen experimentando al ver la absoluta falta de apoyos y medidas que les ayuden a sobrellevar esta situación de crisis sanitaria y económica, se une ahora el anuncio, con nocturnidad y con total improvisación, de la obligación de cierre de sus empresas sin disponer siquiera del tiempo mínimo de reacción, imprescindible para organizar esta situación. Se decreta un domingo y se para el país un lunes. Las medidas de seguridad, de organización interna, de recogida de documentación, de preparación de trámites imprescindibles, entre ellos el propio pago de salarios e impuestos, son precisas para poder acometer el cierre empresarial con seguridad.

A pesar de ser los empresarios y autónomos los que están sosteniendo la economía del país, a pesar de no recibir ayuda alguna, se les castiga con nuevas obligaciones, inasumibles muchas de ellas. Y unido a ello, desde el Gobierno se nos trata como sospechosos, amenazándonos con más y más sanciones, cuando lo único que las empresas están haciendo es velar por la viabilidad y el mantenimiento de sus negocios y de los empleos que generan.

Entendemos que el Gobierno se vea sobrepasado por la situación sanitaria, pero también demandamos que comprendan el grave daño que ocasionan con sus decisiones. Los empresarios exigimos que el Gobierno cambie radicalmente su rumbo, que atienda de una vez las demandas de las organizaciones empresariales y que ponga encima de la mesas medidas reales y concretas para evitar la desaparición del tejido productivo del país, que ayuden a los empresarios a no quebrar, y les recordamos que también los empresarios y autónomos tienen familias que mantener.