Presentación
El obligado parón decretado desde marzo hasta junio, la necesidad de invertir en elementos de protección (al principio inexistentes), para poder seguir ejerciendo la actividad empresarial en unas condiciones muy limitadas, las continuas trabas e interrupciones a ejercer la actividad por decisión de la autoridad, basadas en ocasiones en argumentaciones frágiles y fáciles, que ha traído consigo una injusta estigmatización a sectores concretos, ha hecho posible que este año sea el peor desde la Guerra Civil. El conjunto de los factores anteriormente comentados, hacen pensar que nuestra Región se va a enfrentar a un futuro difícil, de ahí que sea vital que con la colaboración de todos los agentes ante la oportunidad que plantean los fondos europeos Next Generation.
