Presentación
Con el fin del confinamiento en el mes de junio, después de tres meses en que cualquier actividad no esencial estaba obligada a cerrar, era obvio que la actividad se recuperaría, aunque es necesario reseñar que en un escenario de “nueva normalidad”, que no es otra situación que las muy cambiantes limitaciones a la actividad de cualquier negocio en función de unas decisiones ajenas a los mismos, provocando inestabilidad sobre el tejido productivo, sobre todo en el sector servicios y en ramas tan importantes como el comercio, la hostelería o el turismo. Pero como decimos, a pesar de estas continuas variaciones en las normas a cumplir, la apertura de la actividad por parte de empresas y autónomos, unido al periodo vacacional por antonomasia que representan los meses de Julio, Agosto y Septiembre, provocaron un repunte en la economía de nuestra región.
