Presentación
En el número anterior, realizábamos un análisis de cierre del ejercicio 2019, y alertábamos de los escenarios que daban pie al nuevo ejercicio 2020. Las incertidumbres y amenazas que se configuraban como factores a tener en cuenta para el desarrollo económico del nuevo ejercicio, podían suponer graves lastres.
Pues bien, todos los análisis realizados hasta ese momento se quedaron en el papel mojado con la irrupción del virus en Europa. Lo que al principio era un elemento de distorsión solo en ámbito económico, se torna en cuestión de semanas en una crisis sanitaria derivada del nivel de contagio tan alto que dicho virus posee, y a la falta de previsión demostrada por varios países entre ellos el nuestro.

La toma de medidas para atajar el virus se materializa en marzo a través del establecimiento del Estado de alarma, el cual entra en vigor el 15 de marzo y establece la prohibición de la actividad económica a un gran número de sectores, y al resto salvo contadas excepciones, las medidas que le acompañan les obligan igualmente a su práctico cierre.