El incremento del precio de los carburantes eleva el IPC hasta el 1,6% en diciembre

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El Índice de Precios al Consumo (IPC) en el último mes del pasado año 2016 registró un incremento de un 0,7 por ciento en Castilla-La Mancha respecto al mes anterior, situándose la tasa interanual en el 1,6 por ciento, según los datos hechos públicos hoy por el Instituto Nacional de Estadística (INE).

A nivel nacional, el IPC de diciembre creció concretamente en un 0,6 por ciento, mientras la tasa interanual fue también del 1,6 por ciento, nueve décimas por encima de la registrada el mes anterior.  

El incremento de la tasa anual del IPC ha estado condicionada principalmente, tanto a nivel nacional como regional, por la variación del sector del transporte, que registra un incremento del 4,7 por ciento a nivel nacional, más de tres puntos por encima de la del mes anterior, debido en su totalidad a la subida de los precios de los carburantes y lubricantes en diciembre de 2016, frente a la bajada del mismo mes del año anterior. De igual manera, en Castilla-La Mancha se registra un crecimiento del 4,8 por ciento en el sector del transporte a lo largo del año.

El Índice de Precios al Consumo ha registrado un incremento a lo largo del año, tras más de tres años de inflación prácticamente inexistente (en 2015 este índice se mantuvo invariable, mientras en 2014 llegó a descender en un punto porcentual y en 2013 subió tan solo el 0,3 por ciento). Paralelamente, los salarios han ido experimentado incrementos a lo largo de estos últimos años, de tal forma que la ganancia de poder adquisitivo ha sido positiva hasta el año 2015 inclusive.

Hay que tener en cuenta que, si bien los precios seguirán creciendo en los primeros meses de 2017, el principal elemento inflacionista será el precio del petróleo y que, si no sufre grandes variaciones, su efecto alcista se minorará en la segunda parte del año.  

Por otro lado, cabe recordar que según datos recientes de la Agencia Tributaria, apenas el 42 por ciento de las empresas de nuestro país se encuentran actualmente en beneficios, lo que significa que la mayoría de las empresas siguen atravesando una situación muy difícil, recuperándose aún de las pérdidas acumuladas en estos últimos años de aguda crisis económica. Esta situación se agrava especialmente en el caso de las pequeñas y medianas empresas, que cuentan con menores recursos y escasa capacidad de actuación.

En este sentido, es necesario incidir en que cualquier deterioro de la competitividad tendrá un efecto en el crecimiento de la economía española. Por ello, se debe continuar con la moderación salarial para seguir consolidando la recuperación gracias a aumentar la competitividad y favorecer la creación de empleo.