La conflictividad laboral de Castilla-La Mancha en los primeros nueve meses del año se ha situado por encima de la media nacional según los datos facilitados a la Confederación Regional de Empresarios de Castilla-La Mancha por la CEOE, en la que CECAM está integrada.
Durante este período, la región se ha situado en la sexta posición en lo que al número de huelgas se refiere. El total de conflictos laborales registrados en Castilla-La Mancha ha sido cuarenta, una en Albacete, trece en Ciudad Real, tres en Cuenca, y once Guadalajara y doce en Toledo.
En las huelgas, notificadas a la autoridad competente en la materia en cada una de las cinco provincias en las que se han producido los conflictos, participaron un total de 2.017 trabajadores, lo que provocó una pérdida de 206.616 horas de trabajo. En una distribución por provincias, en la huelga producida en Albacete, se vieron implicados 22 trabajadores, lo que conllevó una pérdida de 1.232 horas; en las llevadas a cabo en Ciudad Real, fueron 720 los trabajadores implicados y 128.952 horas perdidas; mientras que en las tres que se produjeron en Cuenca, participaron 70 trabajadores, perdiéndose 2.344. Los conflictos laborales producidos en Guadalajara y Toledo implicaron a 711 y 494 trabajadores y llevaron a unas pérdidas de 52.608 y 21.480 horas de trabajo, respectivamente.
Los meses en los que se han registrado más conflictos en nuestra región han sido enero, febrero y junio, mientras que abril, mayo y junio ha sido los períodos en los que se han registrado menos conflictos. En el conjunto del país, febrero ha sido el mes en el que más conflictos se han producido, con 130.
Para la Confederación Regional de Empresarios de Castilla-La Mancha (CECAM CEOE-CEPYME Castilla-La Mancha) estos datos, fruto en su mayoría de los efectos que está teniendo la globalización y la deslocalización en la economía de la región, no son positivos. Es de esperar que la conflictividad se reduzca en la región en los próximos meses lo que permitirá a la economía de la región crecer y desarrollarse a un buen ritmo.