La recuperación económica pasa por seguir la línea de la moderación salarial

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El Índice de Precios de Consumo (IPC) correspondiente al mes de septiembre ha experimentado un crecimiento de 4 décimas a nivel regional respecto al mes anterior, mientras que la tasa interanual se sitúa en el 3,5 por ciento, según los datos hechos públicos hoy por el Instituto Nacional de Estadística (INE).

A nivel nacional, el IPC sube 2 décimas en el mes de septiembre respecto al mes anterior, y la tasa interanual sube hasta el 3,1 por ciento.

El análisis de estos datos, que vuelven a ser negativos, lleva a la Confederación Regional de Empresarios de Castilla-La Mancha, CECAM CEOE-CEPYME, a valorar, en términos interanuales, el incremento del precio del petróleo, junto con el repunte del precio de las materias primas y los efectos del incremento de los impuestos especiales sobre bebidas y tabaco, como las causas principales del incremento del IPC durante el mes de septiembre, motivos éstos exógenos a la economía.

Por tanto, cabe señalar que la subida del Índice de Precios al Consumo no obedece a un crecimiento real del consumo, que continúa estancado, fruto de una situación económica que sigue siendo crítica para empresas y familias, ni a una recuperación real de la economía, que sigue registrando el cierre de una gran cantidad de empresas, con el consiguiente aumento del desempleo.

Nos encontramos en un momento crítico para el sector empresarial de la región, por lo que la Confederación vuelve a insistir una vez más en que sería un grave error para nuestra competitividad tomar como referencia para la actualización de rentas y salarios los datos del IPC del mes de septiembre.

En este sentido, desde CECAM seguimos solicitando un ejercicio de responsabilidad a las centrales sindicales en la negociación de los convenios colectivos en el planteamiento de los incrementos salariales, ya que el ascenso de los precios supone una subida en los costes empresariales muy importante. El hecho de que las empresas tengan que hacer frente a los costes de revisión salarial, conlleva una pérdida de competitividad para la región y dificulta el mantenimiento del empleo.