Los datos del Índice de Precios al Consumo (IPC) correspondientes al mes de septiembre hechos públicos hoy por el Instituto Nacional de Estadística muestran unos resultados poco positivos ya que en Castilla-La Mancha se ha producido un importante incremento de un 0,8 por ciento con respecto al pasado mes de agosto, colocando la inflación interanual en un preocupante 4,1 por ciento.
La variación experimentada en el mes de septiembre en nuestra región es cuatro veces superior al dato del mismo periodo del pasado ejercicio. Este resultado sumado a que en los nueve meses que llevamos de 2005 los precios se han incrementado 6 décimas unido a que el precio del crudo va continuar afectando de manera negativa en el último trimestre del año, la expectativa nada halagüeña que se desprende desde la Confederación Regional de Empresarios de Castilla-La Mancha es que el presente ejercicio se cierre con una inflación mínima del 4 por ciento.
Este dato sería así, siempre y cuando los tres meses que quedan se comporten del mismo modo que en el 2004, algo que según los resultados desprendidos hasta el momento es altamente improbable debido a que el precio de los carburantes en el 2005 está teniendo una incidencia mucho más negativa que en el pasado ejercicio.
Desde CECAM CEOE-CEPYME Castilla-La Mancha se considera que las repercusiones más directas que puedan tener estos resultados sean la perdida de competitividad de las empresas castellano-manchegas además de un aumento de los costes salariales y, tal y como ha venido anunciando el Presidente del Banco Central Europeo, un posible aumento de los tipos de interés como medida frente al descontrol de precios factor que incide en un pilar de la estrategia empresarial como es la financiación de inversiones productivas.