El Índice de Precios de Consumo (IPC) ha experimentado a nivel nacional y regional un incremento de cuatro décimas en el mes de diciembre respecto a noviembre, colocando la tasa interanual en el 4,5 por ciento, en el caso de Castilla-La Mancha y en el 4,2 por ciento en España, según los datos hechos públicos hoy por el Instituto Nacional de Estadística (INE). Esto derivará en que el sistema productivo de Castilla-La Mancha tendrá que afrontar este incremento de costes por sí sólo, lo que conllevará una ralentización en la creación de empleo, debido a que el empresariado de la región dispondrá de una menor liquidez para realizar inversiones, lo que perjudicará la competitividad de nuestras empresas en el actual mercado globalizado.
La desviación producida en el IPC, traerá como consecuencia inmediata la activación de las cláusulas de revisión salarial recogidas en los diversos Convenios Colectivos firmados en Castilla-La Mancha a lo largo de todo el 2007. Tomando como referencia los últimos datos de la Encuesta de Población Activa de 2007, correspondiente al tercer trimestre, se contabilizan un total de 858.500 personas ocupadas en región, casi 53.400 personas más que en el ejercicio anterior, con un salario medio de 1.416,64 euros. La revisión salarial traerá un coste salarial medio por trabajador de 257,82 euros y un coste laboral de 339,29 euros. Teniendo en cuenta estos datos, al entrar en funcionamiento las mencionadas cláusulas de revisión salarial y considerando que en Castilla-La Mancha en la negociación colectiva de 2007 está fijada la cláusula de revisión salarial en el 52 por ciento de los convenios firmados, el coste para el empresario castellano-manchego está en torno a los 115 millones de euros, lo que supone 22 millones más que en el ejercicio 2006. A estos gastos se debe añadir los costes para el empresariado en Seguridad Social, que en el ejercicio 2007 se incrementarán en unos 36 millones de euros, 6 más que en el año anterior. Estos resultados provocarán a los empresarios de la región un desembolso de más de 151 millones de euros, coste que repercute directamente en el empresario sin que tenga posibilidad de recuperarlo.
Estos resultados, que sobrepasa el IPC previsto sobre el que a primeros de año se produce la subida salarial (distinto a la revisión salarial), hace que el tejido industrial de Castilla-La Mancha pierda competitividad.
Unido a lo anterior se puede comprobar que la economía española y castellano-manchega está entrando en una fase de desaceleración. Esta ralentización del crecimiento de nuestra economía va a depender en este año recién estrenado de factores tales como el comportamiento del sector de la construcción, del comportamiento de la demanda interna, del comportamiento de las economías de otros países con los que mantenemos relaciones comerciales o del elevado aumento del precio del petróleo, que ha llegado a romper la barrera de los 100 dólares por barril, lo que se trasladará a la inflación.
Desde CECAM se reitera el llamamiento que viene haciendo desde hace tiempo de la necesidad de adoptar medidas correctoras para controlar la subida de precios, recomendando para este año en la negociación colectiva la moderación salarial.
Para evitar situaciones inflacionistas durante este nuevo año 2008, es necesario, entre otras medidas, que los agentes sociales y económicos implicados hagamos un ejercicio de responsabilidad, y cuando se constituyan las mesas negociadoras, valoremos conjuntamente la conveniencia o no de incluir en los convenios las cláusulas de revisión salarial dado el gran perjuicio que supone para la economía castellano-manchega, significando siempre una ralentización y una pérdida de competitividad.
Asimismo, sería conveniente que se optimice la efectividad de las medidas y herramientas previstas en el Pacto por el Desarrollo y la Competitividad, permitiendo un sano crecimiento y desarrollo económico de la región. Esto ayudará a paliar los perjuicios que conllevan el incremento de los precios al consumo por encima de las previsiones.