El Índice de Precios de Consumo (IPC) ha experimentado a nivel nacional y regional un descenso de 5 y 7 décimas respectivamente respecto a noviembre, colocando la tasa interanual en el 1,4 por ciento, en el caso de España y en el 0,9 por ciento en el caso de Castilla-La Mancha. según los datos hechos públicos por el Instituto Nacional de Estadística (INE).
Desde el punto de vista empresarial, estos datos no resultan tan positivos si los relacionamos con la dificultad que las empresas tienen para obtener liquidez, a pesar de que el Gobierno en su día inyectara dinero a los bancos, cosa que hasta ahora no se ha hecho efectiva para las PYMES. Igualmente, esta bajada del IPC es consecuencia directa del retraimiento en el consumo de las personas. Esta debilidad del consumo trae consigo el descenso de ventas en las empresas. Y si tenemos en cuenta un tercer factor como es la negociación colectiva realizada durante estos tres últimos años referida fundamentalmente a las revisiones salariales, hace que la situación a la que se enfrenten las empresas durante este mes al practicar la revisión salarial pueda traer consigo o el cierre para algunas de ellas, o un quebranto financiero difícil de superar.
Para que esta situación que viven las empresas por los tres motivos mencionados pueda ser enjugada de la mejor manera posible, deberían producirse una serie de cambios, como en el hábito del consumo, dando confianza a los consumidores, y estabilizando el mercado laboral. Para esto último, un factor determinante sería la moderación salarial que debería traslucirse en la negociación colectiva de 2009. De la misma forma, en las revisiones de todos aquellos convenios ya negociados y vigentes, para adecuarlos a la actual situación de crisis y recesión.
Este esfuerzo laboral no puede venir única y exclusivamente desde la parte empresarial. Entendemos que sería necesario, por una parte, que los trabajadores, a través de sus sindicatos, hicieran un serio ejercicio de reflexión para poner las herramientas necesarias para frenar primero el incremento de paro que día a día se viene produciendo, para llegar finalmente a una situación como la que disfrutábamos hace ahora año y medio.
Por otra parte, la Administración debería propiciar las reformas laborales
necesarias para flexibilizar y modernizar el mercado de trabajo.