Al término del año 2015, se cierra un ejercicio que se ha caracterizado, en lo económico, por el inicio de un leve crecimiento, donde se han sentado las bases para la recuperación, siendo necesario profundizar ahora en las reformas estructurales que permitan consolidar esta situación.
Tal y como reflejan los principales indicadores, la economía española ha registrado un crecimiento a lo largo de este año 2015, y esto ha tenido su incidencia tanto en el ámbito económico como en del empleo, si bien las expectativas de crecimiento para el año que viene son menores, pudiendo moderarse levemente. Esto es debido a las perspectivas de menor dinamismo de la economía mundial, pero además al deterioro de la confianza que genera la falta de estabilidad institucional.
Desde la Confederación Regional de Empresarios de Castilla-La Mancha apostamos por la necesidad de seguir en la línea de las reformas estructurales que se iniciaron y que pasan, fundamentalmente, por una estabilidad financiera de las cuentas públicas, respetando los compromisos de déficit ya contraídos, tanto a nivel del Estado como de las Comunidades Autónomas y los Ayuntamientos, de manera que el sector público no detraiga financiación que necesitan las empresas para poder seguir desarrollando su actividad.
De igual manera, incidimos en que hay que mantener y profundizar en las reformas estructurales que ya se pusieron en marcha en nuestro país, como única vía para consolidar el crecimiento económico iniciado. Un ejemplo es la reforma laboral, que ha permitido crear empleo en España, a pesar de tener tasas de crecimiento económico bajas. Es decir, ante ese bajo crecimiento y sin la reforma laboral actual, no se habría podido crear empleo.
Durante el año 2015, al igual que en los precedentes, las empresas y familias han llevado a cabo enormes esfuerzos y acometido grandes sacrificios, gracias a los cuales se ha conseguido fortalecer nuestra economía, algo que se demuestra por ejemplo en el incremento del Producto Interior Bruto de nuestra región, que según las últimas estimaciones, está creciendo a un ritmo del 2,3 por ciento anual, aunque por debajo aún del conjunto nacional.
Un año más, la nota más positiva proviene del comercio exterior. Las pequeñas y medianas empresas de nuestra región han continuado realizando una magnífica labor en este campo, volviendo a registrar cifras récord de exportaciones. En los nueve primeros meses del año, las exportaciones en Castilla-La Mancha ascendieron a más de 4.380 millones de euros, un 12,1 por ciento más que en el mismo periodo del año anterior, y por encima del incremento registrado a nivel nacional.
Sin embargo, a pesar del tirón del comercio exterior, nuestra economía soporta aún las consecuencias de la debilidad del consumo interno, que si bien ha experimentado una cierta mejoría en los últimos meses, resulta aún insuficiente para el sostenimiento de la actividad productiva.
En el ámbito nacional, en cuanto a las previsiones económicas de cara al próximo ejercicio, CEOE apunta a una moderación del crecimiento, con un incremento del PIB del 2,7 por ciento en 2016. De esta forma España crecerá más que la media de la Eurozona, ampliando de nuevo su diferencial positivo en este periodo.
Este escenario influirá positivamente en el mercado laboral, con una creación de empleo, entre los años 2015 y 2016, de alrededor de un millón de personas. En 2015, el aumento de los ocupados se situará en el entorno de los 530.000 y 455.000 en 2016, en términos de la EPA.
Desde la Confederación Regional de Empresarios esperamos que en los primeros meses del año 2016 se vayan concretando diferentes acciones y medidas destinadas a favorecer la actividad económica, y particularmente, que dinamicen el sector privado empresarial de nuestra región. Porque como hemos insistido en múltiples ocasiones, donde se crea el empleo es en el sector privado y en este sentido, es importante que se establezcan en nuestra región las medidas necesarias para favorecer la actividad productiva, facilitando que exista la financiación que requieren las empresas y propiciando un entorno que les permita seguir creciendo y generando empleo.
A lo largo de 2015, y como viene siendo habitual en los últimos años, las empresas de nuestra región han demostrado que son suficientemente capaces, a pesar de las dificultades, de salir adelante y encarar el futuro con mucho trabajo y tesón. Por eso, hay que seguir haciendo una apuesta más decidida aún si cabe, que permita consolidar este esfuerzo de nuestros empresarios y afianzar el crecimiento económico iniciado.