Presentación
Según va transcurriendo el año 2019, los signos de ralentización económica y agotamiento del ciclo expansivo de nuestra actividad productiva se van acentuando ya que cada vez son más los indicadores que hacen patente un cambio significativo en la tendencia de nuestra economía.
La actividad económica apunta a una clara y marcada desaceleración. Este nuevo escenario no debe ser motivo de alarma, pero sí de atención para que se tomen las medidas oportunas para que la situación no se recrudezca, algo que es factible que se produzca dadas las decisiones que se están adoptando, principalmente en el ámbito presupuestario.
Tampoco favorecerá a la economía incrementar la presión fiscal anunciada a nivel nacional, ni aumentar el gasto público o elevar por segundo año consecutivo el SMI sobre todo en este último caso, si tenemos en cuenta los efectos tan nocivos y fácilmente previsibles, que sobre el empleo produjo la primera subida dictada de forma unilateral por el Gobierno nacional.
